Peretti, en su renuncia, sostiene que existen diferencias significativas con los objetivos fijados por el Ejecutivo municipal en relación al organismo que él dirigía. Asimismo, explica que éste, al ser un ente de ejecución, resulta “imposible los proyectos planteados desde la época de transición” haciendo “inviable su continuidad en la cabeza de este Tribunal”.

Lo cierto es que se comenta entre los pasillos que los funcionarios llegan a ese punto de hartazgo ante la imposibilidad de poder trabajar con libertad debido al autoritarismo y falta de trabajo en equipo de la intendente Bettina Romero, es decir que “no delega decisiones” y todo debe pasar por su aprobación.

NOVA dialogó con una empleada municipal, la cual comentó que el ambiente adentro es “horrible” y nunca vivieron algo así. “La gente la respeta, pero no sé si es por miedo. Sus funcionarios te dicen que si no podés hacer algo, que renuncies. No tenemos ni caja chica. Para pedir algo, es todo un tema”, indicó. En sintonía con esto, agregó que militaron para que ella llegue a la intendencia y hoy están arrepentidos.

Este medio también consultó con otra empleada, que manifestó que sus compañeros están molestos por el trato que sienten por parte de algunos funcionarios. “Por ejemplo, en la Agencia de Recaudación Municipal ya se mudaron a la 25 de Mayo y el lugar que tenían en la Paraguay lo dejaban vacío para gente de la Bettina. También sé que hay ingresos pero de gente amiga. La desilusión de compañeros que trabajaron en la campaña es mucha”, aseguró.

Punto no menor son algunos hechos que se le suman a la gestión de Bettina como lo es la deuda del pago de pautas publicitarias a los periodistas, asunto que ya se tendría que haber finiquitado en el mes de enero (ya estamos casi en marzo); las denuncias de los vecinos que aseguran que no se realizan tareas de desmalezado, arreglos en las calles, ni obras y hay algunos analistas políticos que sostienen que con la gestión anterior la ciudad era un obrador, y hoy ven la capital parada y sin movimiento.

Cabe recordar las palabras del concejal Ángel Causarano cuando dijo que no conocía a los funcionarios de Bettina, no atienden los teléfonos ni tampoco los vio caminando en las campañas. Asimismo, la diferenció a la intendente de Sáenz cuando dijo que él siempre estaba disponible, dejando a las claras “un cambio de bando”.

Decimos esto porque como muchos saben, la carrera por la gobernación ya arrancó minutos después de la asunción de ambos, puesto que la misma Bettina se dio vuelta y le “clavó un puñal” por la espalda a su compañero de fórmula cuando no cumplió la promesa de recontratar personas que militaron para que los dos sean electos.

Este es el caso de, por ejemplo, los empleados AP del Hospital Veterinario, quienes este viernes se volvieron a encadenar, pero ahora en las instalaciones del Centro Cívico Municipal tras luchar por su fuente laboral, ya que son padres de familia y al no ser recontratados, aducen que ni siquiera pudieron comprar los útiles escolares de sus hijos.

Aún resta ver qué ocurrirá en estos cuatro años de gestión restantes, pero para muchos, estos tres meses de Bettina fueron una prueba cabal de lo que será su gestión: ajuste, despidos, aumento de impuestos y autoritarismo, en fin, falta de liderazgo.