Judiciales y Policiales
Se fueron por un túnel

Imputaron a dos policías de Tartagal por la fuga de seis detenidos

Los dos guardias prestaron declaración en la audiencia de imputación, y quedaron detenidos. (Dibujo: NOVA)

Dos policías de la comisaría 45 de la ciudad de Tartagal fueron detenidos acusados de haber favorecido la fuga de seis presos de esa seccional, quienes escaparon a través de un túnel que cavaron el pasado 11 de agosto, informaron fuentes del Ministerio Público de Salta.

Se trata del oficial de servicio David Alejandro Velarde Calapiña (32) y el cabo de guardia Cristian David Garzón (38), quienes quedaron imputados por el fiscal penal 1 de Tartagal, Gonzalo Ariel Vega, que los acusó de los delitos de favorecimiento de evasión e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

La intervención del fiscal se produjo tras el inicio de las actuaciones de la Brigada de Investigaciones, procedentes de la Comisaría 45 de Tartagal, por la fuga de seis presos de entre 21 y 29 años, todos detenidos por delitos contra la propiedad.

Del decreto de imputación se desprende que entre las 22 del viernes 7 de agosto y las 7 del sábado siguiente, y entre las 19 de ese sábado y las 7 del domingo 9, la jefa de Guardia de la Comisaría 45, que estaba de servicio junto a los ahora imputados, puso en conocimiento de Velarde Calapiña que constantemente los internos alojados en la celda interna provocaban disturbios, con gritos, ruidos y música a alto volumen.

Asimismo, informó que, en varias ocasiones, los internos pidieron agua caliente al cabo Garzón y que también solicitaron que les abriera el caño de agua fría.

Velarde Calapiña respondió a la jefa de Guardia que no le llevara el apunte a la situación, por lo que la agente instruyó a ambos guardias que controlaran y verificaran el interior de la celda, de la cual, durante la madrugada del martes 11 de agosto, se fugaron los seis detenidos.

En su declaración, la jefa de Guardia sostuvo que notó que el cabo Garzón pasó tres veces agua a los detenidos, por lo que le remarcó que no les pasara tanta cantidad, a lo que el imputado le respondió “me piden, que sé yo, dejame trabajar tranquilo”, con tono irónico y mostrándose nervioso, al igual que Velarde Calapiña, por lo que surgió en evidencia la complicidad en la fuga de los detenidos.

Personal de Criminalística pudo verificar, el mismo día de la evasión, que la tierra fue especialmente mojada, para que fuera más fácil excavar.

En sus fundamentos, Vega sostuvo que Garzón, a cargo de los detenidos que escaparon y quien tenía el deber de velar por la seguridad y de controlar las conductas, no tomó los recaudos necesarios y brindó elementos para que los evadidos prepararan el túnel por el que escaparon.

Tampoco dejó pasar a la jefa de Guardia para ver qué sucedía en la celda y la presionó para que no declarara.

En tanto, el oficial de servicio Velarde Calapiña, máximo responsable de los detenidos al momento de la fuga, hizo caso omiso en todo momento a las instrucciones de la jefa de Guardia y también la presionó para que no declarara.

El fiscal entendió que, de estos elementos, se desprende que facilitó la evasión de los seis detenidos e incumplió sus deberes de funcionario público, al no controlar el estado de la celda.

Los dos guardias prestaron declaración en la audiencia de imputación, y quedaron detenidos.

Los presos fugados cavaron un túnel subterráneo en la zona de baños de la celda, mediante el cual llegaron al patio de la comisaría, para desde allí ganar la vía pública cortando un alambrado, y hasta el momento fueron recapturados dos de ellos.

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