“Desde que asumí les dije que Salta es pobre, nunca les mentí. Es mi esencia decir la verdad y dar la cara y tomar las decisiones que haya que tomar, por más que no sean simpáticas pero a mí me eligieron para gobernar y gobernar es decidir, y esto genera enojos porque los comercios, los gastronómicos y gimnasios no tienen la culpa, pero hay que buscar soluciones”, señaló.

Sáenz anticipó que “estamos en el momento de tomar decisiones con fortaleza, seguridad y responsabilidad. No estamos en una cuarentena eterna, en Salta administramos la cuarentena, fuimos los primeros que flexibilizó hasta el turismo interno pero hoy la decisión, sin caprichos pero sí consensuada, es apelar a la responsabilidad individual, y la otra es el asilamiento. No funcionó con la responsabilidad individual, y la medida será dura y será el asilamiento a partir de mañana. Aquí no es el problema de camas, ni respiradores, es el recurso humano, la cantidad de médicos que sepan colocar un respirador. Hoy no los tenemos, no los tiene el país, ni los tiene el mundo”.

En otro sentido el gobernador, habló sobre el federalismo. “El federalismo que se pregona se debe practicar. Para no estirar la mano como mendigos pidiendo limosnas. Para que cada provinciano tenga la oportunidad de una salud digna. No puede haber argentinos de primera o argentinos de segunda. Busquemos los puentes y las soluciones”.