Finalmente la palabra más buscada se hizo escuchar a un mes de que se desató la polémica a raíz de unos acalorados mensajes de Whatsapp entre el salteño Ramiro Ponce de León, actual pareja de Florencia Peña y padre de su tercer hijo, y Eliana Mendoza, quien desde un principio aseguró que ella es la mujer y la actriz es la amante. Este jueves, en el programa de Moría Casan, vía telefónica desde Salta, Mendoza aseguró que sigue manteniendo una relación con él y están muy enamorados.
Asimismo, la modelo explicó que no habló antes porque no estaba bien emocionalmente, pero aseguró que ella sigue teniendo una relación con el abogado y que nada cambió. Aclaró que nunca entró en ese juego de “poliamor” que inventó Peña, que para ella la actriz hizo por vergüenza.
🔥 AHORA en #Incorrectas 🗣 Eliana Mendoza, la amante de Ramiro Ponce de León, rompe el silencio : “Yo siempre hablé de un amor profundo, que es el que tengo con Ramiro” 👄 @moria_casan @AmericaTV 💄 👠 pic.twitter.com/XycUUmJQ0C
— Incorrectas Ok (@IncorrectasOk) 17 de octubre de 2018
En su momento, Peña había afirmado que con su pareja tiene “una relación consensuada y abierta” y aclaró que desde hace años no cree en la monogamia: “Tenemos una relación poliamor”, fueron sus palabras.
Al respecto, Mendoza aseguró: “No pertenezco a ningún ‘juego perverso’ de poliamor. A mí, el gran varón me decía que la amante era ella, no yo”, además de contar que Ponce de León le decía que “no la podía dejar por el bebé”, refiriéndose a Peña.
Continuó diciendo que "es fuerte para mí todo esto y yo no estoy acostumbrada a hablar públicamente de una relación tan privada como la que tengo con Ramiro. Habría que preguntarle a él qué rotulo le pone a nuestra relación, yo nunca le puse un título, siempre hablé de un amor profundo. Él nunca me dejó y yo tampoco lo dejé, nunca nos dejamos con Ramiro", concluyó.
A todo esto, aún no salió a responder la reconocida actriz luego de haber “ninguneado” a la salteña y a estas alturas muchos se preguntan si Flor Peña ¿es o se hace?. Por otro lado, Mendoza estaría también aceptando ser “la otra”. Una locura de la “modernidad”, el famoso “poliamor”.