Como era de esperarse, este caso llegó a los medios de comunicación y, en consecuencia, el sector Pro Vida y los que están a favor del aborto, pusieron al gobernador Gerardo Morales en un sin escapatoria. Es que estaba claro que debía salir a marcar su postura; es por eso que, sin rodeos manifestó que “la ley debe cumplirse” y, en consecuencia “se debía realizar la interrupción del embarazo a la brevedad”.

A pesar de ésto, los médicos del Hospital Materno de Jujuy informaron que por el tamaño del bebé y el peso, el cual calculaban que estimaba los 800 gramos, la meno debía someterse a una cesárea para que corriera menos riesgos.

29 de los 30 médicos del nosocomio, quien son considerados objetores de conciencia, expresaron que no iban a realizar el aborto. Motivo por el cual, trascendió que la administración provinicial tuvo que pagar una importante cantidad de dinero a dos profesionales para que realicen la intervención quirúrgica.

Hablamos de Analia Romero y Carlos Daniel Torres, quienes habrían asegurado que si tenían demasiada presión social, no lo realizarían. Los salteños pro vida que viajaron, comentaron que los médicos, habían recomendado esperar un mes para que los pulmones del bebé desarrollen; consejo que nunca se tuvo en cuenta.

Al notar esto, los médicos, prometieron que al nacer la beba, trabajarían con todos los cuidados necesarios para para lograr salvar su vida. A diferencia de lo que ocurrió en la provincia de Entre Ríos, donde un bebé agonizó durante 10 horas, hasta que encontró la muerte.

Pero acá la situación ya se planteaba distinta, no sólo porque los profesionales estarían velando por la salud de la recién nacida, sino también porque sin haber nacida, la pequeña contaba con una lista importante de familias que querían adoptarla.

“Nació Esperanza”

Finalmente, en horas de la mañana, el viernes 18 la joven de 12 años, se sometió a una cesárea. La intervención, resultó un éxito y si bien la madre se encontraba en buenas condiciones de salud, la pequeña nació prematura, como resultado de haber sido arrancada del vientre materno antes de tiempo.

La beba pesó 703 gramos; motivo por el cual debió ser trasladada a Neo para recibir todo tipo de control, dado que su estado era delicado.

La activista salteña Carmen Martínez, quiense encontraba en el lugar, le comentó en exclusiva a NOVA, que los médicos y las personas que estaban fuera del Hospital, rezando por la recién nacida, habían decidido que la beba se llame “Esperanza”.

Cómo se vivía el hecho

Durante los días previos, se vivieron momentos muy tensos a las afueras del Hospital entre ambos grupos “verdes y celestes”, y el día que nació la beba, el nosocomio estaba todo vallado y había mucho hermetismo por parte de las autoridades de salud.

Al pasar los días, ambas evolucionaban favorablemente y algunas mamás que tienen niños internados en Neonatología comentaron que los médicos estaban "muy abocados" a la beba ya que necesita de cuidados intensivos.

Asimismo, llegó a nuestro medio la información de que, hasta ese momento, no se había realizado la prueba de ADN al presunto culpable para determinar definitivamente su culpabilidad.

Esto generó malestar en ambos sectores, tanto en el Pro Vida como en quienes están a favor de la interrupción del embarazo. Por su parte, los celestes repudiaron la decisión del gobernador Gerardo Morales por no aguardar a que la beba progrese y poder recién realizar la cesárea, dado que varias familias habían manifestado la necesidad de adoptarla.

Mientras que, las feministas aseguraron que no cumplieron los protocolos ya que "a la menor la hicieron parir". Además, consideraron que "no fue un aborto", ya dado que la beba nació a causa de una cirugía.

El peor final y la responsabilidad a Gerardo Morales

Este martes cerca de las 22 horas, la Dirección del Hospital Materno Infantil “Dr. Héctor Quintana”, informó que a las 20.30 en el Servicio de Neonatología, la beba que nació el pasado viernes 18 producto de un aborto, había dejado de existir. Esperanza, había muerto y la noticia no tardó en hacerse eco.

Miles de Jujeños y personas de todo el país no sólo responsabilizaron a las feministas por lo ocurrido con la beba, sino también Morales, a quien catalogaron como el primer responsable del terrible final de “Esperanza”.

En ese escenario, la activista Martínez, apuntó directamente al gobernador de Jujuy al expresar: “Morales, salva a la niña o las urnas harán justicia”. En tanto, sectores “a favor de las dos vidas”, aseguraron que "los verdes" estaban felices con la noticia, ya que el nacimiento de la prematura no les había caía con gusto.

Previamente habían anticipado que “el aborto en este caso era inconstitucional, dado que el protocolo lo permite hasta las 15 semanas y, este bebé tiene 6 meses de gestación”, al tiempo que señalaron que “no es un embrión humano es un niño por nacer y no se van a cumplir sus derechos”.

En esa línea, habían interpelado directamente a los jueces y fiscales de Jujuy “¡Dejen de hacerse los distraídos y cumplan con su deber! ¿Serán cómplices de un asesinato infames traidores a la Patria?”.

En ese marco, un reconocido salteño, médico neonatólogo Pro Vida, Adrián Char, sostuvo que “lo de la beba fue un homicidio” porque fue un parto por cesárea y “sabían lo que estaban haciendo, querían quedar bien con Dios y con el Diablo. La prematurez fue la causa de la muerte. Al nacer viva, sin discusión es una persona jurídicamente, y murió por la intervención médica u política judicial. Es más grave que un aborto”.

Y continuó, “si hubieran matado a la beba dentro del útero o antes de las 23 semanas estarían cubiertos legalmente. Moralmente ni hablar. Me da pena la falta de bolas de los médicos para negarse a hacer algo por miedo al colectivo verde”.

En sus argumentos, Char aseguró que lo que se hizo fue “matar a una criatura” y que legalmente fue un parto por cesárea, hay una partida de nacimiento, tiene todas las condiciones de una persona y un ser humano que murió por la prematurez, osea ahí hay una situación de homicidio con dolo eventual que involucra a los médicos, al fiscal, al juez, al ministro de salud pública y al gobernador porque salió a prometes que se iba a aplicar el protocolo a nivel nacional y es lo que menos e hizo”, exclamó el médico.

Por su parte, quienes defienden el aborto, sostenían que eso no fue aborto sino una cesárea que resultaba una experiencia traumática para la menor. Lo cierto es que, finalmente y como era de esperarse, la bebé no resistió debido a que sus órganos aún no estaban preparados para estar fuera del vientre y finalmente falleció.

Pidieron el cuerpo de Esperanza pero se lo negaron

Jujeños realizaron una marcha el miércoles a las 17 hs desde Plaza Belgrano para que les entreguen el cuerpo de Esperanza y que no sea tirado en una fosa común.

Se sabe que quienes siguieron todo este tremendo caso, emblemático y polémico en todo el país, fueron hasta fiscalía del estado para pedir el cuerpo de la beba para velarlo y sepultarlo, pero al parecer, Esperanza va a ir a una fosa común. Asimismo, pudo saberse que la misma no fue registrada oficialmente.

Debido a la trascendencia de este caso y lo que significó Esperanza para muchos que rezaron por su vida, es que se pedía su cuerpito. Abogados pro vida fueron a solicitarlo para enterrarlo en un terreno donado por una señora de Jujuy, pero se lo negaron.

Carmen Martínez manifestó que “es una ciudadana argentina que muere en cierta manera en el anonimato y no nos quieren dar el cuerpo para que tenga un velorio como cualquier ciudadano argentino y cristiana sepultura. Vamos a esclarecer la muerte de la pequeña Esperanza. Que sepa el gobernador Morales y todo su gabinete que la muerte de Esperanza no quedará impune. Los activistas de todo el país tomaremos las calles y las urnas harán justicia”.

Según el protocolo, los bebés con una vida inferior a los 180 días y que pesen menos de 500 gramos son tratados como material quirúrgico y por lo tanto el Hospital es el responsable de “deshacerse de ellos”.