Política
Tras dos meses y medio de la asunción

Escoba nueva ni siquiera barre: duro reclamo a Lino Yonar

Lino Yonar, el actual intendente de Campo Quijano que reemplazó a Carlos Folloni el 10 de diciembre y desde esa fecha no nombró a un delegado municipal.

Pasaron dos meses y medio desde que asumieron los distintos comandantes ejecutivos del país, y hasta ahora que no se conocían demasiados problemas de ellos, salvo las grandes cabezas. En Salta solo suele hablarse de Javier Milei, Gustavo Sáenz, Emiliano Durand, y a lo sumo, de Hernández, Berni y Lara Gros. El resto suele gozar de cierto veranito antes de que los problemas le exploten en las puertas de los edificios municipales.

Esa paciencia que tienen los vecinos se agota, y en medio de una crisis es aún más rápido. Eso le sucede a Lino Yonar, el actual intendente de Campo Quijano que reemplazó a Carlos Folloni el 10 de diciembre y desde esa fecha no nombró a un delegado municipal, algo así como un anexo del intendente, en el pueblo de La Silleta, perteneciente a su jurisdicción. Por ende, las gestiones ante la comuna son nulas.

De por sí las cosas no vienen nada bien entre silletanos y quijanenses. Resulta que desde la dictadura de Juan Carlos Onganía, hace casi 70 años, se suspendió la vigencia de una ley que ordenaba que La Silleta sea un municipio independiente al Portal de los Andes, debido a la poca sintonía que había entre una y otra localidad distantes a unos 7 kilómetros entre sí.

Así es que, desde esas épocas, es el intendente de Quijano quien debe bregar por el bienestar de los silletanos, que no vienen pasándola nada bien en la última década. Es que se toparon con los últimos años y los más corruptos de Manuel Cornejo, con la tibieza del "Cali" Folloni que fue otro de los que se fue sin rendir todas las cuentas; y ahora con Yonar que, tal vez, por carnavalear en las carpas familiares descuidó la función pública y a casi 80 días de haber asumido aún no nombró a su delegado en La Silleta, por lo que cientos de familias padecen del abandono municipal y volvieron a manifestarse a favor de la independencia comunal.

Mala pata para la gente del Departamento Rosario de Lerma que tiene que penar con tener a sus vecinos en idénticas condiciones, aunque el “Topo” al menos se encarga de darles circo con las actividades del carnaval, o con la diputada Griselda Galleguillos que, según dijo, no ve la hora de volver a trabajar para bajarse el sueldo, o algo así, mediante un proyecto que propone la reducción de un 50 por ciento en las dietas, mientras ella sigue con el curro de las paltas familiares que tantas alegrías le dio.

Tirón de orejas para Lino que, de no nombrar rápidamente a un funcionario para que se haga cargo de los reclamos, podría tener una pueblada en puerta pidiendo algo que es muy difícil conseguir, como lo es la municipalización de La Silleta. Pero en política todo puede ocurrir.

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