Este domingo se llevaron a cabo dos marchas en la capital de Salta. Por un lado, el sector feminista, el cual tiene como bandera la lucha por la legalización del aborto y, por el otro, el sector celeste que marchó para reivindicar a la mujer y su don de dar la vida.
Por primera vez en la historia de Salta se movilizaron estos dos grupos sumamente antagónicos en un mismo día y, desafortunadamente, a pesar de no haber pasado a mayores, hubo forcejeos y la policía tuvo que separar para evitar otras consecuencias.
Cabe mencionar que estos sectores surgieron luego de que nuevamente se intentará legalizar el aborto en la Argentina y, a raíz de estos debates, es que nacieron los pañuelos verdes, a favor, y los celestes, en contra. Asimismo, puede ubicarse a uno por fuera de la iglesia y al otro adentro.
La confrontación de ambas marchas se dio cuando la celeste llegaba hacia la plaza por calle Zuviría y las feministas se encontraban allí esperándolos. La Policía tuvo que realizar un vallado para dividir a ambos grupos, pero los cánticos fueron inevitables. Los grupos celestes cantaban “Sí a la vida” y las feministas, aventando sus pañuelos, cantaban “Iglesia basura vos sos la dictadura” y “Yo sabía que a los violadores los cuida la policía”.
El enfrentamiento fue cuestión de segundos porque la fuerza de seguridad actuó de manera rápida y las personas que se encontraban en el lugar también lograron separar, pero fueron momentos tensos que dan cuenta que ambos grupos no pueden ser capaces de convivir en un mismo espacio.
Situación distinta y ejemplar se dio en Tartagal, en donde manifestantes verdes y celestes marcharon juntas ya que el objetivo fue pronunciarse en contra de los abusos y conmemorar el Día de la Mujer Trabajadora.
Este debate por el aborto, como ya fue anticipado por el presidente Alberto Fernández, volverá a ser tratado este año por el Congreso debido a que enviará un proyecto para que sea analizado por los legisladores. Un año más de grieta en la Argentina, con tantos otros problemas para tratar como el hambre, la desnutrición, la falta de empleo, la educación y los femicidios, entre otros.
