Política
Vergüenza

En plena pandemia y con la pobreza al máximo ¿Sáenz compró una casa en el dique Cabra Corral?

El gobernador de la provincia de Salta, Gustavo Sáenz, habría adquirido una ostentosa mansión a orillas del dique Cabra Corral.

El rumor es apenas menos contundente que el gran silencio oficial al respecto. Las publicaciones en los medios van y vienen y nadie se hace cargo. Y como dice el famoso refrán, el que calla otorga.

Como se supo en un principio, todo comenzó con la columna “Dicen que Dicen” del portal digital Salta 4400, aseguraba que el gobernador de la provincia de Salta, Gustavo Sáenz, había adquirido una ostentosa mansión a orillas del dique Cabra Corral.

Pero las suspicacias corrieron como pan caliente cuando el medio en cuestión eliminó ese párrafo de su columna de rumores habituales. La nota había molestado a alguien, y ese alguien dio la orden de que se levantara. La mentira no molesta, y tampoco nadie se enfrentó a la publicación desmintiéndola. Había gato encerrado.

Y ¿Cuál es el inconveniente entonces? El hambre, una provincia fundida que subsiste de la dádiva del Gobierno nacional y una operación que desde ningún punto de vista se puede justificar económicamente. Todos en la provincia de Salta conocen que Sáenz no desempeña función privada alguna, como tampoco sus familiares directos. De hecho, están todos relacionados con el estado y el erario público. Entonces ¿Cómo lo hizo? Misterio.

La propiedad existe, y es semi público su emplazamiento. La misma perteneció al difunto padre del actual ministro de Economía y finanzas de la provincia de Salta, Roberto Dib Ashur. Tras el fallecimiento del titular, la sucesión quedó en manos de sus hijos, quienes optaron por desprenderse de una propiedad cuyo costo de mantenimiento es muy alto, dado que es, como se supo, una casa suntuosa, una propiedad a la que solo pueden acceder no más de veinte o treinta salteños.

Dicha propiedad, a orillas del paradisíaco dique Cabra Corral -un destino turístico obligado en la provincia y de bellos paisajes- habría surgido como una gran oportunidad para el mandatario provincial, quien -dicen- quería darse ese gusto desde hace mucho tiempo.

Sin embargo, todo queda desdibujado ante la realidad por la que atraviesa la provincia de Salta. El cierre de comercios y empresas ha sido récord durante el año 2020, la pandemia hizo estragos en una Salta que ya acarrea severos problemas estructurales. Los mismos se reflejaron en los medios nacionales cuando trascendieron las muertes por desnutrición en el norte provincial. Dichas muertes superan los veinte niños originarios.

La falta de ética y tacto que resultaría de un movimiento económico de este calibre, mientras no se les permitía a los salteños trabajar libremente, sería alto y pondría en el ojo de la tormenta al primer mandatario salteño, quien en el mes de octubre llevó a cabo un descuento forzoso en toda la planta política de la provincia de Salta. El resultado de dicho descuento pasó desapercibido, sobre todo por los medios adictos al Gobierno de Salta, sin embargo, jamás se realizó ningún informe sobre el monto recaudado, como tampoco el destino de dicho dinero.

Además, y para complicar aún más el panorama, cierto dejo de sospecha crece alrededor del gobernador y su núcleo íntimo. Desde la publicación de un video a manos del grupo Anonymous Salta, en donde se da cuenta de grandes movimientos inmobiliarios surgidos del lavado de activos, las investigaciones se dirigen a los emprendimientos en ladrillos, y a la compra de departamentos llevada a cabo por el entorno de Sáenz.

Una fuente cercana a NOVA, aseguró: “El problema surgirá cuando se siga la pista de las inversiones inmobiliarias, son escandalosas e injustificables. A donde aprietes sale pus”. En la Dirección General de Inmuebles de Salta, varios ya están temblando.

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