La diputada libertaria representante de la provincia en el Congreso de la Nación, fue nuevamente noticia en las últimas horas por criticar y no apoyar una medida que va en desmedro del pueblo y que, incluso, fue hasta desaprobada por el presidente Javier Milei. Esto solamente mejoró la imagen de la legisladora que goza de buena reputación entre la salteñidad, y demuestra que podría llegar a asomar con fuerza para el futuro.
A mediados de esta semana, una noticia sacudió el discurso vehemente del presidente que repite hasta el hartazgo que "no hay plata" y que busca combatir a la denominada casta. El aumento del 30 por ciento en las dietas de senadores y diputados nacionales firmado por los presidentes de ambas cámaras, Victoria Villarruel y Martín Menem, despertó un fuerte rechazo hasta en las filas más oficialistas.
Ni Milei sabía de la decisión de ambos políticos y se habría enterado por los medios de comunicación de tal medida. Incluso, en una entrevista le apuntó a los legisladores al decir que no digan que la plata no les alcanza ya que hay muchísima gente en el país que realmente la está pasando mucho peor. No es para menos, las dietas son millonarias.
Incluso referentes de La Libertad Avanza (LLA) se atrevieron a defender el incremento salarial que llevaba sus dietas a más de 2 millones de pesos, mientras un salario mínimo apenas si llega a los 202 mil pesos. Una diferencia abismal. Pero hubo una diputada salteña que tomó a los leones de la melena, los rapó y encabezó lo que luego terminó en una marcha atrás en el aumento y dejando al arco libertario en falta.
A través de sus redes, Emilia Orozco expresó su descontento y inconformismo con la decisión de sus superiores de elevar el sueldo de los legisladores y, a modo desafiante, aseguró que renunciaría al 30 por ciento. "No estoy en esta banca por dinero, sino por convicción" expresó. Tras eso fue masivo el repudio al aumento que, finalmente, quedaría truncado.
Si a esto se suma la nueva faceta más expresiva de Orozco, inmiscuyéndose de lleno en temas que no eran de su dominio por el cargo que ostentaba hasta el año pasado, pero que maneja a la perfección; más sus intervenciones en la Cámara de Diputados como cuando interpeló a Máximo Kirchner a quien tildó de "heredero de la máxima corrupción de este país" cuando se debatía la Ley Ómnibus. Asoma, despacio, sigilosa.
