Atrás quedó aquella pelea con El Chaqueño Palavecino que casi obliga a suspender la Serenata a Cafayate allá por 2015. Hoy Almeda ya disfruta de un nuevo nombramiento en la función pública, ésta vez bajo la órbita del Ministerio de Educación. Un carguito chico, pero cómodo como para quien estaba desempleado hasta hace unas horas atrás.

Resulta que, en boletín oficial, mediante una Decisión Administrativa, fue nombrado como Supervisor de la Dirección General de Educación Superior a partir del pasado 21 de febrero. Hace poco. Llamativamente, quien estuvo ocupando ese cargo, Lucas Alfonso Peralta, fue removido y no se sabe si tendrá otro destino como funcionario o deberá volver a las aulas como cualquier hijo de vecino.

Como decíamos al inicio, Almeda es de los exjefes comunales que se encuentran en el ojo con astigmatismo de la Justicia salteña. A pesar de haber sido denunciado en distintas ocasiones, destituido por el Concejo Deliberante de Cafayate, y hasta procesado por la Unidad de Delitos Económicos Complejos luego de inspecciones realizadas a loteos en la tierra del sol y el vino que debían ser entregadas a integrantes de un movimiento social; sigue gozando de las virtudes de pertenecer a la clase política y, por el momento, seguirá sin aparecerse por los pasillos de tribunales.