"Se hace muy difícil el avance de las leyes que el país necesita en el Congreso. Está faltando diálogo, acuerdo y concertación entre el Gobierno nacional, el Congreso y las provincias (...) Es imposible dialogar con los kirchneristas (si fuera por ellos seguiríamos la fiesta de gasto, inflación y pobreza de Alberto Fernández); pero sí es importante hacerlo con quienes tienen disposición para sacar al país adelante. Este clima de tanta tensión no ayuda. Hay que bajar los decibeles para lograr objetivos. Se trata de llegar a un acuerdo razonable y equilibrado que no implique aprobar a ciegas ni tirar todo a la basura. Corrijamos, mejoremos y encaremos sin miedo el nuevo rumbo de la Argentina." afirmó el ex gobernador durante 12 años y actual senador nacional desde el 2007.

En otra parte de su descargo en redes el Júcaro advirtió que "el Gobierno no ayuda mucho" en la negociación que los propios referentes legislativos del espacio de La Libertad Avanza y sus aliados llevan o intentan llevar a cabo con la oposición, en su mayoría kirchneristas conversos. El análisis de Romero no es errado. Cuando pareciera haber un entendimiento o, al menos, una negociación acordada, el presidente despotrica con alguna declaración o "advertencia" hacia las provincias y termina tirando a la basura el esfuerzo de días en el Congreso.

Si bien Romero es solamente uno de los tantos senadores nacionales que tiene como aliado el Gobierno Nacional, no se descarta que las palabras del salteño puedan resonar fuerte en la Rosada y decidan dar algún tipo de buen gesto hacia la oposición. No por nada fue designado por la vicepresidente Victoria Villarruel como uno de los miembros de la comisión bicameral que tiene entre sus manos, como si fuera poco, el tratamiento del Decreto de Necesidad y Urgencia tan polémico lanzado por Milei durante los últimos días del 2023.