El jueves pasado quedó aprobada por insistencia de los concejales la ordenanza de Cupo Laboral Trans en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, que solicita la incorporación del 2 por ciento de las personas trans a la planta de empleados del Estado a pesar del veto del intendente Marcelo Lara Gros. Es el primer municipio de la provincia de Salta en hacer realidad este pedido del colectivo LGBT.
NOVA consultó a dos militantes y promotoras de los derechos de las personas trans en Salta por qué aún esto no ocurre en la capital. Al respecto, Pía Ceballos, directora del Observatorio de Violencia contra la Mujer, explicó que para ella “tiene que ver con una coyuntura política, en la cual el municipio de Salta no tiene voluntad política en generar políticas de inclusión concretas para tomar hoy a las personas trans. Esto se vio reflejado cuando desapareció la Dirección de la Diversidad del Municipio y se ve reflejado porque lo único que se aprobó a través del Concejo Deliberante fue una ordenanza de empleabilidad, pero no insta a que los decisores políticos tomen a las personas trans”.
Por su parte, Victoria Liendro, del Polo Integral de las Mujeres, afirmó que “priman muchas cuestiones de familiaridad, de cercanías, cosa que acá es una ciudad grande y en donde también operan muchos sectores conservadores. Por eso salió esta normativa en Orán y obviamente el compromiso de la concejal Soledad Saba y la gran mayoría del cuerpo en que esto salga. Tiene mucho que ver eso”.
Pía manifestó que “vamos a seguir insistiendo porque nos parece sumamente importante a que las personas trans comiencen a tener su primer trabajo. Porque muchas de las compañeras trans este va a ser como un primer trabajo. El Estado debe dar el ejemplo contratando a las personas trans que históricamente han estado vulneradas, marginadas y excluidas de la cultura del trabajo, excluidas del sistema laboral”.
Agregó que es sumamente importante que el cupo se apruebe en los 60 municipios ya que este “viene a reparar años de desidia hacia los cuerpos travestis y trans y de esta forma el estado va a comenzar a generar políticas públicas inclusivas para que nosotras y toda la población trans deje de estar al margen de la ciudadanía”.
Liendro agregó que “acá lamentablemente nuestros representantes que nos conocen, nos ven hace tiempo, estamos con esta agenda ni siquiera nos llaman para preguntarnos qué es esto de hablar de los derechos de las personas LGBT, desde el mismo presidente del cuerpo que le pedimos audiencia hace más de un mes y medio y no nos recibió. La comisión de derechos humanos hizo lo que pudo, pero también la insistencia fue como tibia”.
Finalizó diciendo que “celebro la decisión del cuerpo entero en no claudicar los derechos de ciudadanas trans de la ciudad de Orán. Eso es sano y creo que ayuda a devolverle confianza a la dirigencia política por parte de ciudadanas trans que siempre esperamos que nuestros representantes estén a la altura de nuestras demandas”.
