Los expertos en el Ministerio de Salud de Salta aseguran que, hasta el momento, los 76 casos de salmonela detectados en la provincia son totalmente aislados y descartan un brote. Si bien esta bacteria suele estar en frutas o verduras mal lavadas, huevos crudos, productos lácteos cárnicos o hasta en las heces; la mayoría están relacionados al consumo del agua.

La infección por salmonela (salmonelosis) es una enfermedad bacteriana frecuente que afecta el aparato intestinal. La bacteria de la salmonela generalmente vive en los intestinos de animales y humanos y se libera mediante las heces. Los humanos se infectan con mayor frecuencia mediante el agua o alimentos contaminados.

En general, las personas que tienen una infección por salmonela no tienen síntomas. Otras manifiestan diarrea, fiebre y calambres abdominales dentro de las 8 a 72 horas. La mayoría de las personas sanas se recuperan dentro de unos pocos días sin tratamiento específico.

En algunos casos, la diarrea asociada con la infección por salmonela puede deshidratar al punto de requerir atención médica. También pueden presentarse complicaciones que ponen en riesgo la vida si la infección se propaga más allá de los intestinos. El riesgo de adquirir la infección por salmonela es mayor si viajas a países con condiciones de higiene deficientes.

En diciembre pasado, a dos semanas de asumir Gustavo Sáenz las riendas de la provincia de Salta, el Ministerio de Salud confirmaba 174 casos de salmonela en la provincia, de los cuales 113 requirieron internación. Pocos días después, Luis María García Salado, presidente del directorio de Aguas del Norte, aseguraba que la potabilización del agua es correcta.

Por ello, autoridades del Ministerio de Salud convocan a los vecinos a extremar las medidas para prevenir un brote de esta bacteria. ¿Pero cómo se hace en los lugares donde no hay agua para lavar verduras o no se cuenta con los recursos suficientes como para hacer hervir el agua antes de consumirla?

Cabe recordar que uno de los reclamos que llevan adelante las distintas comunidades originarias que llegaron a Salta en una histórica caminata, es justamente la falta de agua. Gran parte de la población salteña no tiene gas natural y deben comprar garrafas o utilizar leña, debido a que una garrafa de 10 kilos cuesta 630 pesos y una de 15 ronda los mil pesos. Una familia tipo suele ocupar cerca de dos garrafas al mes y, si a esto se le suma el tener que hervir agua para el consumo familiar, el gasto se verá incrementado, siempre en los más carenciados.

Si bien una de las recomendaciones para potabilizar el agua es la utilización de hipoclorito de sodio, conocido como cloro o lavandina; estudios ya demostraron que la Salmonela tiene una gran resistencia a los desinfectantes.

A todo esto, se suma la poca o nula respuesta por parte de Aguas del Norte a los miles de reclamos de los usuarios salteños. Y, si tenemos en cuenta que 55 de los 76 casos registrados entre octubre y noviembre se dieron en la capital salteña, donde el servicio de agua corriente es un poco más efectivo que en el interior, o al menos no presenta tantos problemas; será sumamente necesario que se realicen nuevos estudios al agua que consumen miles de usuarios que no cuentan con los medios para comprar agua en bidones.