Asimismo, comentó que actualmente las casas ya fabricadas están camino al aeropuerto, a la altura del Centro de Convenciones, en donde la gente puede retirarlas para el callejerito de su barrio y, en lo posible, dejar allí los materiales.

Este joven además recordó que toda esta movida solidaria inició cuando vio que en las páginas de mascotas de Salta se veían que tapaban a los perros con cartón y allí surgió la iniciativa de fabricar una casita de madera. A partir de eso, con el boca en boca, le empezaron a llegar mensajes pidiéndole colaboración.

Por último, agregó que todas las personas que realizan actividades solidarias en el ámbito que sea, es porque ven más allá de su propia existencia egoísta. “Creo que la clave para un mundo mejor es siempre hacer una pequeña acción, ya sea al día, a la semana o al mes por alguien. Si bien eso no cambia la realidad, puede cambiar una realidad y eso influye mucho. Es un granito de arena para avanzar como sociedad y ser un mundo mejor”, finalizó Gutiérrez.