La titular de la cartera que debería velar por los derechos y resguardo de mujeres y diversidades en toda la provincia, solamente hizo agua en los casi dos años que lleva en un cargo inventado para calmar las aguas de los movimientos sociales que veían incrementar los hechos de violencia en una de las provincias más machistas de la Argentina. Lejos estuvo la funcionaria de estar a la altura de tamaño desafío y, con un número de hechos considerables solamente en lo que va del 2024, ya muchos piden su renuncia, inclusive desde el propio ministerio que conduce Ricardo Villada.
Todo se desencadenó con diferentes hechos de violencia, femicidios y muerte que dejaron un manto de duda en la población que, hasta el día de hoy, sigue reclamando por justicia. Entre los casos más resonantes está la aparición sin vida de dos jóvenes mujeres, una en San Lorenzo y otra en General Güemes, un femicidio en el norte provincial y, la gota que colmó el vaso, el hallazgo del cuerpo de una pareja de un juez que había sido denunciado por violencia de género por, justamente, quien apareció sin vida en su domicilio macrocéntrico.
Mientras estos hechos ocurren con mayor frecuencia, y otros tantos no salen a la luz, no son pocos los que se preguntan qué está haciendo la Secretaría de las Mujeres, Género y Diversidad que no trabaja en la contención y prevención de este tipo de sucesos que causan daños irreparables a cientos de familias día a día.
Por este motivo, diferentes referentes sociales están pidiendo la renuncia a gritos de la titular del organismo, Itatí Carrique, que solamente se la pasa de charla en charla, de conferencia por zoom y paseos al aire libre, en vez de ocuparse 24/7 de esta problemática social. Quien encabeza el reclamo es Claudia Bañagasta, una mujer de la política, pero que se encomendó al trabajo social a través de una fundación que, entre tantas cosas, termina realizando el trabajo que los funcionarios públicos deberían hacer.
Desde el Polo de la Mujer, otro organismo “cuchara” que no pincha ni corta, respaldan la permanencia de Carrique en su cargo, aunque por motivos netamente relacionados a amistades añejas que emparentan a sus cabecillas, y no por una verdadera vocación de servicio. De hecho, ambos son muy cuestionados por la inacción frente al crecimiento de los casos de violencia contra las mujeres y, según contaron, se dedicaron a ser una filial provincial del INADI cada vez que suele ocurrir un hecho sobre “diversidad”
Por lo pronto, ni Carrique, ni Villada que anda enojadísimo por el tema de los recortes a la provincia, dijeron algo al respecto por lo que, seguramente, el pedido popular quedará en la nada. Una especie de audiencia no vinculante, ponele.
