Bolsonaro en su discurso hizo alusión a que su objetivo es “unir al pueblo, valorar la familia, respetar las religiones y nuestras tradiciones judeo-cristianas, combatir la ideología de género, conservando nuestros valores", aseguró y anticipó que "Brasil volverá a ser un país libre de amarras ideológicas".

En relación a esto dijo que no está de acuerdo con la discriminación, pero repudió la ideología de género, que según él, fue impulsada desde la educación sexual en las escuelas.

Asimismo, hizo alusión a que llevando a cabo todos estos cambios que plantea en su gobierno, se liberará a su país de los males que para él “lo sumieron en la mayor crisis ética y moral de su historia".

El electo presidente una vez más coincide con las ideas de Olmedo sobre combatir la corrupción e invitó a los congresistas a que lo ayuden a hacerlo posible “en la misión de restaurar y volver a erguir a nuestra patria, liberándola definitivamente del yugo de la corrupción, la criminalidad, la irresponsabilidad económica y la sumisión ideológica”.

Por último, en cuanto a materia de seguridad también coincide con el salteño de que se debe “honrar a quienes sacrifican sus vidas en nombre de la seguridad la comunidad" y para esto es necesario brindar el respaldo jurídico de los policías, con una legislación que los exima de culpa cuando eliminan a sospechosos en un enfrentamiento armado”.