Al respecto relató, “el dolor no se le iba y el lunes cuando hubo cambio de enfermeros, se dieron cuenta que le pusieron el calmante en una vena equivocada. Gracias a Dios no le pasó nada, pero desde ahí hubo una mala práctica sobre eso. A todo esto, el médico de guardia nunca se acercó el fin de semana”, aseveró.

Continuó narrando que finalmente el lunes fue el médico a verlo y le dijo que el dolor le iba a durar por lo menos una semana. Luego, el martes fue nuevamente a su habitación y le retiró la resonancia para ver los resultados, pero contó que el médico “no volvió más” a verlo al paciente ya que se había retirado.

“La atención la verdad que es malísima, me sorprende porque hace un tiempo yo me acuerdo que amigos míos que estuvieron acá nunca se quejaron sobre eso. A todo esto, las instalaciones de la habitación están en malas condiciones, el placar está lleno de humedad. No sé si para un enfermo está bien la humedad o no. El martes se le manchó con sangre la sábana a mi hermano porque se le aflojó la aguja de la vena. Pidió que le cambien las sábanas y la enfermera le dijo que traigan las sábanas de la casa porque en el hospital no hay, así de simple. No hay sábanas, ni hay almohadas”, aseguró a este medio.