Política
Caos

Alarma en Salta por el regreso del Rey de los Baches

Miguel Isa es el hombre que prometió y no cumplió; el hombre que dejó una ciudad destruida y endeudada por más de 40 millones de pesos.

Está imparable, realizando reuniones y alianzas por doquier. Miguel Isa ya anunció su inminente vuelta al ruedo político y su aspiración más grande, aunque a dos años más, es volver a ocupar el cargo de intendente salteño. Más allá de la alegría de algún que otro sector, muchos ven con preocupación el retorno del hombre que dejó dinamitadas las calles de una de las ciudades más lindas del país.

Hay algarabía y desazón, alegrías y tristezas. Es que la vuelta del ex vicegobernador salteño y ex intendente de la capital en tres ocasiones, no pone del todo contentos, en especial, a los vecinos de la Ciudad de Salta. Miguel Isa se fue a la provincia con más penas que glorias, dejando a mucha gente de su entorno en la Municipalidad y haciéndole campaña indirecta a su sucesor y “contrincante” partidario, Gustavo Sáenz.

Allá por fines del 2014 e inicios del 2015, la posibilidad de que Isa peleará la gobernación de Salta al entonces mandatario Juan Manuel Urtubey, trajeron preocupación en distintos puntos de la provincia por el mal estado en el que se encontraba Salta Capital por ese entonces. Uno de los puntos más cuestionados era la falta de inversión en distintos barrios de la ciudad, el desabastecimiento en dependencias municipales y, sobre todo, el pésimo estado de las calles que se tornaron intransitables.

Ejemplos de lo último sobran. Avenidas con gran circulación vehicular llena de cráteres que rompían trenes delanteros a mansalva. Obras de refacción con materiales de dudosa procedencia y nula resistencia que al poco tiempo se desprendían y dejaban nuevamente los pozos expuestos. La repavimentación de la tan transitada calle Ituzaingó en pleno centro que deformó la calzada ocasionando hasta accidentes. Hay mucho para hablar y esto es lo que asusta a casi medio millón de salteños.

Lo que más molestó a los salteños, y que incluso hasta hoy se pueden observar las consecuencias, fue la remodelación de las históricas peatonales Florida y Alberdi. Estos paseos contaban con canteros llenos de plantas, farolas estilo colonial, sombra debido a árboles y algunas estructuras con enredaderas. Miguel las mandó a desarmar y colocó los famosos sarcófagos, unas estructuras de cemento que iban a ser utilizadas como bancos reemplazando a los de madera, unos postes luminosos que no prosperaron y dejó el centro como un verdadero horno, imposible de soportar en días de calor. Eso no se lo perdonaron.

Y a pesar de que Miguel Ángel anunció que volvería como candidato a concejal, sus declaraciones y acciones hacia los empleados municipales en el último tramo del 2020 dejaron entrever el verdadero deseo de Isa. “Pronto estaré nuevamente con ustedes” difundió el oriundo de Colonia Santa Rosa en sus mensajes, claramente intimidando a la gestión actual y con vistas a las elecciones del 2023.

Muchos se tomaron a risa cuando, a comienzos de este año, Isa mencionó en una entrevista radial su intención “es dejar una huella, no un bache”. Irónico teniendo en cuenta que, al finalizar su gestión en 2015, había prometido que no quedaría ningún bache sin arreglar. Obviamente esta promesa fue incumplida y al asumir Gustavo Sáenz casi se infarta con la cantidad de dinero que iba a tener que destinar para mejorar el estado de las calles que nada tenía que envidiarles a lugares con serios conflictos bélicos.

Este es Miguel Isa, el hombre que prometió y no cumplió; el hombre que dejó una ciudad destruida y endeudada por más de 40 millones de pesos. Es el Rey de los Baches y tiene serias chances de quedarse con la presidencia del Concejo Deliberante en caso de llegar. Además, su buena relación con su pupilo, Gustavo Sáenz, representan un verdadero peligro para los años que le restan de gobernabilidad a Bettina Romero en una Salta que ya, de por sí, viene con una pesada, pesada herencia.

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