El Milagro en Salta

Las actividades y tradiciones por El Milagro en Salta vinculadas a las escuelas y colegios públicos han estado en el ojo de la tormenta a lo lardo de esta semana. Una tradición que lleva exactamente 326 en la Ciudad de Salta. Las imágenes llegaron a Salta en el año 1592 y luego de 100 años de su llegada exactamente a las 10 de la mañana del 13 de septiembre de 1692, un gran temblor sacudió la ciudad de Esteco, que quedó definitivamente arruinada, por lo que poco más tarde sería despoblada. El sismo fue también percibido en Salta, donde causó grandes daños, aunque no tan graves como en Esteco.

En la Iglesia Matriz de Salta se encontraba una imagen de la Inmaculada, que posteriormente se llamaría «Virgen del Milagro», propiedad de una familia asentada en estos solares, que la había dejado por unos días —desde la festividad de la Natividad de la Virgen María el día 8 de setiembre— en un nicho superior del altar, a unos tres metros de altura aproximadamente. Cuenta la tradición, que los asustados salteños pensaron que su ciudad sería destruida, pero los daños no fueron tan graves; en cambio, el templo había sufrido graves daños.

Al ingresar al templo, se encontró la imagen de la Virgen en el suelo, a los pies del Cristo, como si lo mirara en actitud orante, sin que sufriera ningún daño en su rostro ni manos, pese al gran tamaño de la imagen y la altura desde la cual había caído. Los colores del rostro habían cambiado, quedando pardo y macilento. Este hecho fue interpretado como una súplica e intercesión de la Virgen ante su Hijo, con el resultado de los escasos daños sufridos por la ciudad.

La imagen fue llevada a la casa del alcalde Bernardo Diez Zambrano donde fue exhibida toda la noche y rodeada de orantes. Al día siguiente, la imagen fue colocada en el exterior de la Iglesia Matriz, para que todos la pudieran venerar. Allí se confirmó que los colores del rostro seguían cambiando.

Los temblores de tierra continuaron, aunque con menos intensidad. Uno de los Padres de la Compañía de Jesús, José Carrión, afligido por la situación sintió una voz, con toda claridad, que le decía «mientras no sacasen al Cristo en procesión, no cesarían los terremotos». El sacerdote se dirigió urgentemente a comunicar el mensaje recibido. Los padres jesuitas recordaron la imagen enviada por Vitoria, entraron al templo y bajándola con mucha dificultad la acomodaron en andas que sirvieron para sacarla al atrio de la derruida iglesia, liberando del encierro la imagen luego de un siglo entero. La colocaron frente a la iglesia que la Compañía de Jesús tenía en el centro de la ciudad, y el pueblo acudió al templo con antorchas encendidas. Las campanas llamaron a penitencia y la imagen fue sacada en procesión por los fieles salteños, con el ruego de que cesaran los temblores.

Al amanecer del día 15 la tierra dejó de temblar, aunque volvió a estremecerse a la noche, en medio de procesiones y rogativas. Al cesar los estremecimientos, el día 16 renació la calma y con ella se comenzó a hablar del «milagro». Días más tarde se tuvo noticias de la destrucción de Esteco, lo cual aumentó la magnitud del «milagro» obrado por la Virgen y el Señor de la iglesia de Salta.

Semana de pedidos

El pasado martes 24 un grupo de padres y docentes entregó un petitorio a los diputados de Salta para solicitar que gestionen ante las autoridades pertinentes que las escuelas públicas participen de las misas del Milagro en horario de clases.

Por decisión de la Corte Suprema de Justicia, se prohibió el dictado de la materia Religión en las escuelas y colegios públicos. Desde el Ministerio de Educación se tomó la decisión de dictarla fuera del horario escolar, pero en algunas clases no hubo la suficiente concurrencia.

Actualmente, se encuentran capacitando a los docentes de religión en tutorías y /o en materias para que no pierdan su fuente laboral a raíz de esta decisión.

El diputado Andrés Suriani fue consultado por NOVA sobre este tema y manifestó que “el fallo de la Corte saca a la religión del horario escolar, de las escuelas, pero no quita la tradición de las fiestas patronales, ni en este caso la asistencia al Milagro. Hay una mala interpretación del fallo. Entonces los padres quieren que los chicos sigan asistiendo como lo han hecho toda la vida”.

El petitorio fue elaborado por ciudadanos, padres y tutores de familia, miembros de las comunidades educativas de gestión estatal y privada de toda la provincia de Salta y dice “Solicitamos de manera urgente que se aplique correctamente el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre la educación religiosa en las escuelas, que no prohíbe, ni en la escuela, ni fuera de ella la participación en actividades religiosas, como tampoco prohíbe la participación dentro del horario escolar”.

Por último, solicita “que las comunidades educativas de gestión estatal y privada, juntos a las familias, los niños y jóvenes que lo decidan libremente, sin menoscabo del derecho a educarse, puedan participar sin impedimentos infundados, dentro del horario escolar de las actividades religiosas culturales, que se desarrollan a lo largo de nuestra provincia, especialmente la misa y las actividades del Señor y Virgen del Milagro, próximas a realizarse”.

La diputada por Metán, Gladys Moisés, fue contundente con sus palabras al decir que, si se saca de las escuelas el Milagro porque es una actividad religiosa, ésta sigue siendo una tradición cultural de los salteños que no se puede perder por “gente foránea o un grupo de padres”.

Moisés afirmó que “algunos, con grumos de progresismo que están mirando más a Buenos Aires que a Salta, creen que estas cosas pueden electoralmente servir, quizás sí”.

Agregó que “Salta es una provincia que enamora por sus tradiciones y la fiesta del Milagro convoca a gente de todo el mundo, o sea que no es una fiesta trivial y Salta es una provincia religiosa, eso no lo podemos desconocer. Pero si separamos la religión, es cultural. O sea, tampoco se le puede impedir a los niños, a los profesores que vayan, que le enseñen, porque es la cultura nuestra”.

Asimismo, expresó que “uno es respetuoso de todo y hay padres que han venido de otro lugar y quieren imponernos sus propias costumbres o quieren hacer que erradiquemos nuestras costumbres. Si ellos quieren eso, son una minoría que son respetables, pero no pueden esas minorías ir en contra de lo que quiere la mayoría del pueblo salteño”.

Por su parte, el senador provincial Guillermo Durand Cornejo presentó este jueves un proyecto de declaración solicitando que los estudiantes de establecimientos públicos puedan asistir a las misas en honor al Señor y la Virgen del Milagro en el horario habitual de clases.

El mismo fue aprobado por el Ejecutivo provincial y enviado al Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología en el que se aguardará una respuesta al pedido.

Durand Cornejo afirmó que “nunca en la historia un gobernante o un tirano pudieron ir contra las creencias religiosas de las personas, ni contra su cultura, ni contra la tradición de esas personas. La historia seguramente, y sin dudarlo, es la que escriben los pueblos, no los gobiernos de turno”.