Política
Denuncias públicas

A pesar de sus orígenes, el intendente de Urundel no muestra empatía

El intendente de Urundel, Víctor Germán "Gondi" Caraita.

Víctor Germán "Gondi" Caraita llegó a la intendencia de Urundel de la mano del Partido de la Victoria, ganando las elecciones con 31,33 por ciento del padrón de la localidad. Caraita participa de un grupo de dirigentes indígenas que en las pasadas elecciones logró varias intendencias: en Santa Victoria Este fue Rojelio Nerón, del pueblo wichi. En la zona de la puna, se impusieron los candidatos del pueblo kolla y en La Caldera ganó la intendencia el médico pediatra Diego Sumbay, también originario.

El intendente de Urundel asumió con 37 años y es proviene del pueblo Ava Guaraní, de la comunidad Iyigua Pentirami. Fue concejal y a partir del 10 de diciembre de 2019, intendente. "Agradecido a mis hermanos, al pueblo originario, por esta oportunidad, venimos trabajando hace 8 años para que podamos estar al frente", aseguró Gondi Caraita antes de asumir responsabilidades.

Sin embargo, y cuando se dan por hechas varias cuestiones, la realidad siempre nos sorprende. Al momento de mostrar empatía, el Gondi Caraita estuvo lejos de aprobar. Y es que durante el din de semana trascendieron denuncias públicas desde varios sectores originarios por lo que consideran malos tratos y abandono de parte del área de Desarrollo Social de la Municipalidad de Urundel, hacia una familia de la etnia Wichí.

Una familia originaria que estaba de tránsito por la localidad yugueña, solicitó hospedaje temporal al intendente Caraita, dado que carecían de dinero y se encontraban de regreso a su comunidad. Personal municipal se dispuso a alojarlos en las habitaciones de la Secretaria de Cultura, sin embargo, la ayuda dejó mucho que desear y desnudó problemas estructurales graves en las instalaciones municipales.

El lugar dispuesto para que la familia proveniente de Rivadavia Banda Sur pase la noche tenía goteras, se encontraba en condiciones de higiene deficientes y la hospitalidad daba mucho que desear: “no les dieron ni una colcha”, denunciaron en redes sociales varias asociaciones.

Todo comenzó cuando la familia proveniente del Chaco Salteño, Rivadavia Banda Sur, y que son originarios de la etnia Wichí, fue trasladada en avión sanitario a la ciudad de Salta capital debido a que uno de los hijos de la pareja había contraído salmonella. En un hecho que no trascendió, durante la estadía en la ciudad capital esta familia perdió la documentación y el dinero del que disponían para el regreso, razón por la cual carecían de los medios para retornar a sus pagos. Mediante un pedido, un remisero que iba hacia el norte accedió a darles un aventón hasta la localidad de Urundel, en donde podrían recibir la ayuda de Caraita.

Ya en la localidad de Urundel, la familia se dirigió hasta el domicilio de una pastora, la cual se contactó con el Área de Desarrollo Social del Municipio, allí comenzaron los dolores de cabeza. Segú pudo trascender, la atención fue de mala manera, ya que “era fin de semana y ellos no trabajan”. Luego, de varias idas y vueltas, la familia wichí fue llevada a las dependencias de la Secretaría de Cultura, allí fueron alojados en un quincho que se encuentra en pésimas condiciones.

Militantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), expresaron el gran malestar y descontento hacia la figura del intendente Gondi Caraita por los desplantes que sufrió esta familia, decidiendo hacer público el caso por considerar que fue indigno y totalmente falto de empatía el trato brindado por parte del intendente originario Victor Caraita hacia sus hermanos del norte provincial.

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