Política
Sin pena ni gloria

A pesar de jugar "de local", Villarruel prefirió evitar a los salteños

La vicepresidente, Victoria Villarruel. (Foto: NOVA)

Muy lejos de la imagen que se viraliza cada día de la segunda en la línea de sucesión nacional, la visita a Salta de la vicepresidenta de los argentinos pasó casi inadvertida hasta este martes. En medio de un sigilo y cuidadoso protocolo que incluyó la coordinación de diputados nacionales olmedistas, Grand Bourg y fuerzas de seguridad nacionales, Villarruel se movió por nuestra provincia de forma imperceptible.

Por empezar llegó un domingo, y el domingo para el salteño es sagrado, es religión. Solo un par de medios de comunicación se animaron a replicar alguna información que aseveraba que la presidente del Senado había desembarcado en tierras del general Güemes para mantener una serie de reuniones luego de las declaraciones explosivas y, en cierto punto, de guerra del gobernador salteño la semana pasada cuando envió un duro mensaje a Casa Rosada luego de los diferentes embates de La Libertad Avanza con las provincias tras la caída de la Ley Ómnibus.

Fue sorpresiva, repentina, y sigilosa la llegada de la vicepresidente quien desembarcó en el aeropuerto internacional Martín Miguel de Güemes y habría sido hospedada de inmediato en una residencia en la zona de San Lorenzo. Allí, a diferencia de ocasiones anteriores de visitas ilustres, se prohibió el acercamiento a cualquiera que no fuera Sáenz, su círculo más íntimo, y las personas que la compañera de Milei defina. Un operativo de seguridad pocas veces visto, obviamente pagado por el pueblo.

Por el mediodía del lunes, se concretó la reunión formal entre ella y el mandatario salteño en las instalaciones del Centro Cívico Grand Bourg, con foto incluida, y tras eso se suspendió su participación en la cena tradicional que se realiza cada año para estas fechas en el mítico Club 20 de Febrero, un lugar que reúne a las familias de la aristocracia salteña, no muy bien vistas por estas épocas ya que provienen desde los feudos, ya que ella no podía sumar puntos en contra en su estadía en La Linda.

Finalmente, hoy, en conmemoración de un nuevo aniversario de la Batalla de Salta, conflicto bélico crucial para brindarle al país la independencia, todos esperaban el contacto de la vice con el pueblo, así como lo realizó antes de ser candidata, incluso durante la campaña. Lamentablemente fueron en vano los esfuerzos de los libertarios salteños que convocaron por redes a un multitudinario apoyo a la funcionaria; ella ni siquiera se detuvo a saludar a la gente, mucho menos a hablar con la prensa.

A pesar del paso fugaz, hay quienes insisten en que la visita de la vicepresidenta y su reunión con los gobernadores norteños, algunos de ellos tildados de "traidores" por el propio Presidente, no habría sido consensuada con el "Peluca", sino que sería parte de una estrategia un tanto más amigable por parte de Villarruel. Se sabrá en unos días, seguramente.

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