Al respecto Cari aseguró, “yo como dirigente barrial y de conocer varios políticos, de pedir, solicitar colaboración, acá los funcionarios, los políticos hacen oídos sordos a las necesidades, no promueven el deporte ni lo apoyan, miran para otro lado y es lamentable la verdad. En esta zona sudeste se ven muchas necesidades, les falta calzado, se le ven los deditos afuera de los calzados, a muchos papas no les alcanza, no tienen trabajo, sólo tienen la asignación y no les alcanza. En varias oportunidades fui a Cáritas a pedir donaciones y vi que las cosas ahí adentro las venden y me dijeron que haga una nota”, manifestó.

Continuó diciendo que zona sudeste es una zona complicada, “en donde no hay un CIC integrador, en donde el ejecutivo provincial ni municipal no está promoviendo el deporte en esta zona. La verdad es lamentable cómo hay chicos adolescentes que también buscan desesperadamente apoyo de los vecinos. Me toca ver esa realidad. Y eso es lo que me llevó a mí a crear esta escuelita infantil de fútbol y tratar de contenerlos a los chicos porque hay muchos papás que no tienen la posibilidad de llevarlos a un Club privado por la situación económica en la que viven, entonces yo les brindo esa oportunidad de que sus hijos sean contenidos y de que puedan practicar fútbol y yo darles todo lo que sé”, sostuvo el dirigente barrial.

Asimismo, dijo que se requiere mucha responsabilidad para trabajar con los niños ya que son menores de edad, “no se trata sólo de contenerlos, sino de inculcarle algunos valores, hablarlos y por ahí de corregir o llamar la atención de algunos comportamientos que tiene inculcados. Así que tratamos de que esto sea una escuelita formadora en el área deportiva como así también se discipline con algunos valores”, aseveró.

Un alma caritativa

En relación a Javier Ticona, el nuevo y único padrino de la escuela infantil Astros Unión manifestó que él fue su compañero de secundaria y vino de vacaciones. Comentó que él allá también tiene una escuelita de fútbol y trabaja en una empresa de camiones en Nueva York. “Me dijo que tenía ganas de apadrinar la escuelita acá. Cuando vino, jugó a la pelota con los chicos, compró pelotas, juegos de pantalones deportivos, medias y donó 100 dólares para que compre más indumentaria, de la que vea que sea necesaria para la escuelita de fútbol. Él apadrinó la escuela como un ciudadano común que viene de vacaciones a Salta por unos días y creo que el sábado que viene él ya se regresa a Nueva York a seguir trabajando. Javier se va en la época del corralito, cuando hubo problemas económicos acá en la Argentina”, contó Cari.

Rememoró que la escuelita creada hace un año la levantó con rifas y ayuda de vecinos para poder comprar algunas pelotas, pero agregó que las mismas se desgastan a través del tiempo y él necesitaba una colaboración de algún funcionario político, “me cansé de hacer notas y peregrinar por varias oficinas de las cuales no he recibido respuesta favorable, no solamente tengo la escuelita de fútbol sino también armé una escuelita de boxeo para los que les guste”, expresó.

Agregó que eso lo me llevó a capacitarse a mí como árbitro en los cursos que dicta la liga de futbol salteña para poder tener más conocimiento sobre los reglamentos, todos los movimientos que debe hacer un jugador en el campo de deporte.

Por último, relató que cuando llegó al barrio fue a la carnicería y compró 20 kilos de chorizo, carbón pan y gaseosas y los agasajó a los niños con una choripaneada.

Sacando cuenta, los 100 dólares serían unos 4300 pesos que dejó, más 20 dólares, que serían unos 800 pesos para que se los reparta entre los chicos y Cari comentó que dentro de unos meses va a enviar algunos elementos deportivos de allá que son menos costosas que en la Argentina, y más dinero para pintar los arcos y mantener la cancha.